La pareja es la posibilidad de crecer como persona genuina. Mi “yo” se ama a sí mismo en el “otro”, quien es a la vez mi espejo, quien me devuelve una imagen amada y verdadera, no perfecta de nosotros mismos ya que es a través del amor hacia el “otro” u “otros” como trascendemos.
El conflicto aparece cuando el “yo” empieza a ver en el “otro” nuestra parte obscura, la parte de nosotros mismos que negamos o escondemos y empiezan las críticas y las descalificaciones, y lo que en un principio de la relación fue un espejo de amor se vuelve un espejo de odio.
Cuando no funciono bien con mi pareja, cuando peleo, agredo y/o discuto en realidad me estoy peleando conmigo mismo. Lo que en un principio unió a la pareja, es lo que termina por separarlos.
En la psicoterapia de pareja se busca rescatar y fortalecer el vínculo que los unió. Se vuelven a reconstruir los puentes que los unieron. Se aprenden formas nutricias de amar. Es la posibilidad de romper patrones tóxicos de amar para trascender en el otro, buscando MI felicidad y no buscar que el OTRO me haga feliz.