«La Vida sólo se puede vivir hacia adelante y solamente se puede entender hacia atrás» Kierkegaard.
En Gestalt la persona es considerada una unidad mente-cuerpo-espíritu, indisoluble, que está en permanente búsqueda de la autorrealización, crecimiento personal y trascender.
El ser humano se encuentra en crisis ya que se vive en conflicto con su entorno haciendo responsables a los demás de su propia angustia, irritabilidad, miedos, etcétera, pensando que si los otros cambiaran, él se sentiría mejor, más seguro y respetado.
Lo trágico es que buscar el autorrespeto y la autoconfianza en otra parte es fracasar cada vez en la búsqueda y bienestar.
La depresión, la irritabilidad, los malestares físicos, la fatiga diaria, son consecuencia de no sentirse bien con uno mismo ya que generalmente nos comparamos con los demás o tratamos de vivir de acuerdo a lo que creemos que ellos esperan de nosotros, es decir, tratando de agradarlos a ellos y renunciando a nosotros mismos, en consecuencia, nos devaluamos generando un sentimiento de fracaso personal.
La persona se vive recordando los fantasmas del pasado o con el miedo a encontrarse con los demonios del futuro y se olvida de vivir conscientemente responsabilizándose de su persona en el «aquí» y el «ahora», su PRESENTE.